"Hay días en la vida que por más que hayan pasado los años en los que ya no estás, los recuerdos vuelven y es inevitable que las lágrimas rueden por mis mejillas.
Eres ese ser que por más que no pueda ver ahora mismo, se que sigues a mi lado cuidándome y mostrándome que ni la muerte es tan fuerte para desvanecer los sentimientos y momentos compartidos.
¿Que los ángeles existen?
Claro que sí, tú eres el mío.
No puedo correr para abrazarte y decirte te quiero, no puedo explicarte lo que ahora siento, no puedo gritarlo al viento. Ahora sólo puedo escribir, sentir y susurrar mi pena al cielo.
La luz de una estrella distante sigue llegando a la tierra, incluso, mucho tiempo después que esa estrella, se ha ido.
Hoy sólo queda esperar que el tiempo haga lo suyo y traiga paz, porque mientras permanezcas en nuestro corazón y mente, tu marcha sólo habrá sido en cuerpo.
Pues estarás siempre en cada rosa del jardín, en cada copo de nieve que cae, en cada gota de lluvia que se pose sobre mí, "tú siempre estarás".
"Cuando un ángel sube al cielo, cambia todo en nuestro interior. Las noches no vuelven a ser las mismas y el sol tiene un distinto resplandor.
De noche vivimos aventuras a su lado y de día recargamos pilas para reencontrarnos con nuestra dulce inspiración.
"Ese ángel que en las estrellas,
para siempre se nos quedó".
Xisca Carbó en
Es racó de na Xisca.
A la memoria de mi hermano,
que tal día como hoy,
el cielo se lo llevó.
"Nuestros recuerdos de ayer,
durarán toda una vida".
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