Mientras mi mente se halla entre paisajes y un manto de luz, viene hasta mis recuerdos la visión maravillosa de tus ojos plácidos como un lago de aguas profundas e interminables, misteriosos como el secreto que se oculta en lo más recóndito de mi corazón, me elevan hasta lugares que son imposibles y que sin embargo, se han quedado grabados a fuego en cada uno de mis sentidos, como parte esencial de todos mis sueños, el aroma de una flor que no puede marchitarse, porque vive entre los pliegues de una historia formada por sueños interminables.
El mundo en el que vivo se tiñe de colores indescriptibles, se vuelve traslúcido bajo la sombra, porque tú siempre estás presente en cada una de mis acciones, en la madrugada cuando despunta el sol iluminando mi ventana, y al atardecer cuando se oculta detrás del velo de mis pensamientos, que se enfocan en evocar cada uno de tus gestos.
Si el día de mañana tuviera que despedirme del calor de tu sonrisa y el tacto de tus manos, cruel sería mi despertar en medio de tiempo vacío, solamente lleno con la ausencia de ti, pues sin tu boca y sin el roce de tus cabellos la vida no tendría más sentido, no tendría más razones para seguir andando por un sendero árido que ya no reverdece y se ha perdido en un laberinto formado por sueños que no terminan jamás.
Es racó de na Xisca