"Aquel diciembre de 1990 quedará en nuestros recuerdos para toda la vida.
Ya forma parte de la historia de nuestras vidas, nunca será borrado de nuestra memoria y nada puede evitar que nuestros corazones estén tristes recordando, no solo cada año, aquel fatídico diciembre de 1990, en el cual, perdí a mi hermano.
Me gustaría decirte que desde que te fuiste todo está bién, que sigo sonriendo como siempre y que mi alma está intacta, pero no es así.
Tengo el mal hábito de extrañar más de la cuenta, de llorar más de lo que te gustaría y cada vez más, preguntarme que si hay Dios, porque se te llevó.
Desde que te fuiste dejé de creer, dejé de creer en todo.
¿Cómo puedo creer en alguna cosa si esa cosa me lo quitó todo?
Me hace tanto daño tu partida, te fuiste muy pronto, no era tu momento, te marchaste sin la oportunidad de poder decirnos adiós, sin darme ese beso tan dulce con todo tu cariño como tú sólo sabías dar.
Me gustaría poder volver atrás y abrazarte, besarte y decirte muchas veces más, lo mucho que te quiero.
Es horrible, muy duro y muy triste quedarse sin decirle a alguien lo mucho que le quieres.
No hay un sólo día que no te hable, que no te llore y que no sueñe contigo.
Guardo y guardaré por siempre en mi memoria todos los recuerdos maravillosos vividos contigo, de todos juntos, de los 7 años que pudimos disfrutar y compartir a tu lado, los cuales fueron maravillosos y nunca, nunca en la vida olvidaremos.
Pienso en tí todos los días y te recuerdo con la mayor alegría que puedo, pero en los momentos de debilidad, no puedo evitar llorar. Lo siento tete, pero es así.
Espero que allá donde estás, estés bién, que me recuerdes y pienses en mi, como yo en tí.
Te quiero más allá de la inmensidad del universo, más de lo que te imaginas.
Me gustaría decirte tantas cosas que me quedaron guardadas, tantas palabras que no te dije, tantos abrazos que nos faltaban por darnos, tantas risas y juegos que nos quedaban por compartir los cuatro juntos y con papá y mamá, que siento que me explota el alma, y el tiempo pasa, pero el dolor no.
Los años siguen su camino y sólo hacen más profunda la cicatriz que me dejó tu partida, así de repente, así de una manera tan triste que ni quiero repetir.
Una persona nunca está preparada para recibir la noticia de la muerte de un ser querido, mucho menos de alguien tan cercano y querido. Pero la vida es así de simpática y cruel y te golpea cuando menos te esperas y te marca para el resto de tu vida.
Hoy no estás y cada día me pregunto si tal vez hubiera podido haber hecho alguna cosa que evitara aquel triste final.
Si me dieran la oportunidad de verte una vez más, te diría tantas cosas mientras te daria un abrazo muy sentido, de esos que no te dejan respirar.
Algún día tete, algún día nos volveremos a encontrar, puede ser en el cielo o puede ser en alguna otra vida, no lo sé, de lo que estoy segura, es de que nos volveremos a abrazar".
Un día como hoy, hace 25 años, una parte de mí murió, se fué contigo!!
Te extraño todos los días de mi vida!!
Te quiero tete Bruno!!
❤Siempre, tu Familia❤
Xisca Carbó en
Es racó de na Xisca
"Cuando un ángel sube al cielo,
cambia todo en nuestro interior.
Las noches no vuelven a ser las mismas y el sol tiene un distinto resplandor.
De noche vivimos aventuras a su lado y de día recargamos pilas para reencontrarnos con nuestra dulce inspiración.
"Ese ángel que en las estrellas,
para siempre se nos quedó".
A la memoria de mi hermano Bruno, que tal día como hoy, hace 25 años, lo arrancaron de nuestras vidas.
"Un ángel nos cuida desde el cielo".
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