Y solo al perdonar se fue borrando tu recuerdo, igual que un pez hundiéndose en la oscuridad de un río.
Y el viento de mi barrio me condujo hasta otro cuerpo que hoy dibuja la mas bella historia sobre el mío.
Un cuerpo que es mi espejo, mi canción definitiva, el otro tripulante de este vuelo eterno.
Un cuerpo que es mi cable a tierra, el punto de partida, el barrio donde vivo, mi ángel, mi paracaídas.
Y es que hay historias de amor que se escriben en los libros, pero las mejores, se escriben en la piel.
Xisca Carbó en
Es racó de na Xisca
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