Puede resultar difícil en ocasiones el estar lejos de la familia o seres queridos, cuando por razones mayores hay que partir.
Tener que irte de tu lugar para formarte académicamente, por trabajo, por razones de salud y tantas otras situaciones que pueden pasar en la vida.
Es en verdad un gran cambio en la vida de una persona.
Es una nueva etapa, nuevos desafíos, nuevas oportunidades, nuevas relaciones, nuevas amistades.
Todo es nuevo y queremos experimentar y descubrir lo que hay en el entorno.Más allá de las cosas cotidianas que hay que hacer en una casa, acostumbrarnos a estar solos y lidiar con no tener la presencia de las personas que amamos, puede ser duro para algunos.
A veces cuando las cosas van bien podemos pasar por alto a los que están lejos.(mal hecho). Pero cuando la realidad es cruda, cuando no nos va como esperábamos, si las cosas no resultan bien, nos damos cuenta de lo mucho que extrañamos a nuestros seres queridos.
A veces podemos sentir ganas de dejarlo todo y correr a buscar lo que dejamos.
Es tan grande el deseo de querer estar con los nuestros que en ocasiones nuestra vista se nubla y quedamos como ciegos con nuestros objetivos iniciales. Queremos darnos por vencidos.
Pero existen opciones para seguir en curso y lidiar con las dificultades que podemos llegar a encontrar. Principalmente, hay que enfocarse en no ser tan negativo viendo lo que nos falta, sino poner nuestro foco en todo lo bueno que esta a nuestra disposición.
Hay tantas posibilidades interesantes que quizás aún no conocemos y que podemos descubrir en uno nuevo lugar, cosas que quizás no existan en casa. Esto incluye el conocer nuevas personas.
Por supuesto se debe ser siempre extra precavid@ con aquellas personas que no conocemos.
No es prudente confiar ciegamente en cualquier extraño, y se debe siempre caminar con cuidado en toda nueva relación.
Pero mediante las vías adecuadas podemos llegar a conocer gente confiable con aficiones similares a las nuestras, y descubrir amistades que brinden riqueza a nuestra vida.Por otro lado, todo el esfuerzo que hacemos, de privarnos de estar con los nuestros, hay que verlo como una inversión, un trampolín para alcanzar nuestros sueños y nuestros anhelos.
Somos como una planta.
Crece y necesita que la cambien de maceta para su óptimo crecimiento.
Este cambio a veces es brusco y necesita dedicación, pero con el correr del tiempo sus frutos hablaran por sí mismos.Así pasa con aquellos que deben irse de su lugar, alejarse de sus familias. Es un proceso necesario para nuestro crecimiento.
"Los que cosechan con lágrimas cosecharán con gritos de alegría.
Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha".Es racó de na Xisca
jueves, 14 de enero de 2016
"Estar lejos de casa"
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