No creo que haya manera más bonita que decirle a alguien cuanto le quieres que abrazándole.
Y bueno, admito que me gusta cuando me abrazas, pues sigue pareciéndome increíble la sensación de poder rodear con mis brazos el tesoro más preciado del mundo.
Cuando sonríes matas mi tristeza, y con tu mirada eres capaz de hipnotizar a cualquiera que tuvieras delante.
Y si hablo de tu risa podría decir que es la melodía más linda con la que alguien puede romper el silencio más incómodo.
Que afortunada soy.
Y quiero que sepas que voy a intentar que cada día sientas que te quiero.
Voy hacer que desees recorrer el mundo de mi mano.
No te voy a dar discursos ni promesas, porque aprendí que el amor en palabras no tiene el mismo valor que el amor que se demuestra con hechos.
Pues quiero que al despertar, al mirarme y sonreír, pienses: "Eres todo lo que necesito en esta vida".
Te quiero cuando sonríes y en la risa veo mi pasado, mi presente y mi futuro profundamente reflejado.
Y es que cuando se conectan tu mirada y la mía, explotan nuestros corazones.
Xisca Carbó en
Es racó de na Xisca
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